VIAJE A ESTONIA (30 de julio al 1 de agosto de 2016)
ESTONIA
Capital: Tallín
Idioma: estonio
*Nuestro viaje consistió en recorrer Estonia, Letonia y Lituania desde el 30 de julio al 7 de agosto de 2016, explicamos todo el viaje en tres post separados, uno por cada país*
Moneda: euro
Horario : + 1 hora
Idioma: en los tres (Estonia, Letonia y Lituania) te puedes defender en inglés, hablado por la mayor parte de su población.
Estos tres pequeños países olvidados en la región noreste de Europa se encuentra en período de crecimiento y apertura internacional. Sus gentes son muy amables y están muy agradecidos de que el resto de europeos nos veamos interesados en sus países. Sin duda fueron un gran descubrimiento.
INDICE:
- Preparativos
- Día 1: Madrid- Tallín (Estonia)
- Día 2: Tallín – Parnu (Estonia)
- Día 3 Parnu- Riga (Letonia)
- Día 4 Riga- Sigulda- Riga (Letonia)
- Día 5: Riga- Rundale- Siauliai (Lituania)
- Día 6: Siauliai (Colina de las cruces)- Vilna (Lituania)
- Día 7: Vilna (Lituania)
- Día 8: Vilna- Trakai- Vilna (Lituania)
- Día 9: Vilna- Madrid (Lituania)
PREPARATIVOS:
- Compra de vuelos. Ida desde Madrid con trasbordo en Amsterdam y vuelta directa a Madrid desde Vilna. (289 €/p)
- Reserva del hotel de la primera noche en Tallín.
- Preparar el Botiquín.
- Sacar la Tarjeta Sanitaria Europea (http://ec.europa.eu/social) previa citación por internet.
30-7-2016 Madrid – Tallín
Nos levantamos a las 4 de la mañana en Madrid, dejamos el coche en el barrio de Barajas y cruzamos la pasarela de la T2. Desayunamos en el aeropuerto mientras hacíamos tiempo hasta la hora de salida del avión: 6 a.m. salíamos dirección Amsterdam, donde tuvimos un trasbordo de 8,20 a 10. A las 10 (hora Holandesa) salimos hacia Tallín, llegando a las 13,30 (hora estona).
Llegamos al modesto aeropuerto de Tallín, metido en un bosque. Al salir te encuentras las paradas de los buses que te llevan al centro de la ciudad (2€/p), nos bajamos en la parada del puerto, ya que nuestro Hotel, el Marine Keskus(36 €/noche, con baño compartido) se encontraba allí. Por fuera tenía muy buena pinta, pero por dentro dejaba mucho que desear, habitación pequeña, austera…y no voy a hablar de los baños. Dejamos las cosas y directos a ver la ciudad.
Tallín es una ciudad pequeña, coqueta y acogedora, parece que retrocedes a la época medieval cuando llegas al centro y ves los restos bien conservados de su muralla y a sus lugareños vestidos de la época ofreciendo cervezas artesanales en bares decorados de acorde a sus camareros. Como es tradición, comimos en el Mc Donalds y comenzamos la ruta.
Comenzamos en la plaza de la Libertad, con su gran Cruz de Cristal. A mano izquierda subimos las escaleras hasta llegar al Kiek in the Kok, es una de las tantas torres conservadas en Tallín, construida en 1475, su nombre significa “ echar un vistazo a la cocina”, ya que desde él se observaba los quehaceres de los vecinos. Por 5 € se puede subir a él, ver la exposición de armas medievales y disfrutar de las increíbles vistas. Cerca se encuentra uno de los edificios más identificativos de Tallín, la Catedral ortodoxa de San Alejandro Nevsky, más bonita por dentro que por fuera, recomiendo entrar a ver el arte ortodoxo. Justo en frente podemos encontrar el edificio del Parlamento de Estonia. Siguiendo la ruta por la zona alta de la ciudad llegamos a la Iglesia de la Cúpula, una antigua iglesia Luterana, fea y austera, decorada con los escudos de armas de las familias importantes de la época (entra a visitarla, es muy diferente a lo que estamos acostumbrados).
Imprescindible pasar por los miradores de Patkul y el de la plaza del Tribunal, desde ellos se puedo ver la parte baja de la ciudad de Tallín, el puerto y el Mar Báltico. Desde estos puntos se hace muy evidente la situación de la antigua muralla siguiendo las torres que siguen en pie.
Bajamos a la parte baja pasando por el Patio del Rey hasta llegar a la zona de la muralla donde están unidas por la muralla 9 de las 26 torres. Llegamos hasta la Puerta de la Costa, desde allí tomamos la calle que va hacia la Plaza del Ayuntamiento, pasando por la antigua oficina central de la KGB, el edificio de la Hermandad de las Espinillas, la del Gremio de Olaf, el Gremio de San Canuta y el Gran Gremio. La plaza del Ayuntamiento es de las zonas con más ambiente medieval, merece la pena tomar algo, aunque sólo sea una cerveza en el Olde Hansa, restaurante con comida típica estonia, camareros con estilo medieval y bonito edificio de madera….pídete una de sus grandes y elaboradas cervezas y creerás que estás en otra época. ( ½ litro de cerveza en tinaja de barro 5,90€).
El camino de vuelta al hotel lo hicimos por el Barrio de Rotermann, una zona en pleno estado de reforma, actualmente edificios modernistas con tiendas de diferentes marcas de moda.
31-7-2016 Tallín- Parnu
Nos levantamos pronto y fuimos a ver la zona de Tallín que nos faltaba, Kadriorg, una zona verde donde se puede visitar la Casa de Pedro I, el Muse Mikkel, el Palacio Presidencia y el Museo de Arte de Kadriorg, el cual se encuentra en el antiguo Palacio Kadriorg. Merece la pena dar un paseo por los jardines y ver el gran colorido del palacio y los jardines que rodean el Palacio Kadriorg. Un poco más adelante se encuentra el futurista edificio de la galería de Arte Kumu.
Se puso a llover y decidimos seguir la ruta, próximo destino: Parnu. Cogimos las mochilas, el autobús nº 2 nos dejó en la estación de Autobuses. A las 13,30 salíamos hacia Parnu, llegamos 1,45hs más tarde. Nos pusimos a buscar alojamiento, fuimos directos a la zona de playa, cogimos una habitación en una casita familiar (Villa Kristina) por 50 €/noche con baño y desayuno, una cucada cerquita de la playa. A las 16,15 salimos a comer, que hambre!!!, vimos la playa y nos emocionamos, la recorrimos desde el norte y no encontramos ningún “chiringuito”…demasiado español, jajaja…lo único que encontramos fue una pizzería que debía ser maravillosa porque tenía mucha gente esperando, a las 17 hs conseguimos sentarnos y las pizzas llegaron a las 17,45….bendita paciencia…para que las pizzas no fueran para nada lo que habíamos pedido y sinceramente…tampoco estaban tan buenas (Pizza-restoran Steffani, 2 pizzas y 2 refrescos 20,80€).
Dimos una vuelta por la playa (Mar Báltico), hacía fresco y el agua estaba frío, así que no nos metimos. La playa de Parnu, a pesar de ser una de las mejores playas de Estonia, no tiene nada que ver con lo que esperábamos. Llaman la atención los “cambiadores” metálicos que invaden la arena. Después recorrimos el pueblecito de Parnu, pueblo costero, con sus casitas de madera y sus terracitas con ambiente.: puerta de Tallín, Iglesia de Santa Isabel e Iglesia de Santa Catalina. Tomamos unas cervezas en una de las animadas terrazas, cenamos unos creps y a descansar.
Sigue nuestro viaje en el siguiente post LETONIA, pinchando sobre la foto: