La Valeta es de esas capitales europeas con mucha historia. La visité hace años y sin duda ha cambiado…se ha modernizado y se ha preparado para el turismo. Poco queda de aquella ciudad sucia con ruidosos y esperpénticos autobuses.
Día 1: Madrid – Malta
Comimos en Madrid, dejamos el coche en Barajas y fuimos hasta la T1, a las 17, 40 salía nuestro avión Raynair con dirección a Malta, tras 2 hs y 40 minutos de vuelo aterrizamos en la isla. El aeropuerto de Malta es pequeño pero muy moderno, con wifi libre. Miramos en el Google Maps la mejor opción de bus para llegar hasta nuestro hotel: num 117. Tras 45 min de bus llegamos al hostal: albergue juvenil con mucho ambiento, habitación doble con baño y desayuno 145€/5 días. Dejamos las mochilas y fuimos a dar un paseo por la bahía de Slima y a cenar.
Día 2: La Valeta y Paceville
Nos levantamos pronto, el desayuno acababa a las 9. Fuimos dándonos un paseo hasta la Valeta….que parece que está cerca pero debido a todas las bahías que hay por medio la caminata se hace larga.
La Valeta se ha modernizado desde la última vez que estuve aquí (hace ya 7 años), han desaparecido los viejos autobuses amarillos ( que desde mi punto de vista le daban un aire retro y especial), han reformado muchos edificios y se han preparado más para el turismo….
La zona previa la entrada a la ciudad se encuentra en obras, tras pasar la Puerta de la Ciudad se puede ver el nuevo Edificio del Parlamento, que destaca por su modernidad y junto a él la Royal Ópera House. La calle principal es la calle de la República, llena de turistas, tiendas de souvenirs, bares….para encontrar la esencia real de la ciudad uno debe callejear por las zonas laterales, no tan principales, donde se pueden ver sus antiguas casas típicas con esos preciosos balcones de colores. 
Si se sigue por la calle de la República, a mano derecha se encuentra la Catedral de San Juan (10 € entrada ) y la Biblioteca Nacional y el Palacio del Gran Maestre. Frente a la Biblioteca se encuentra el famoso café Cordina, una institución de la ciudad que no puedes perderte. Se debe llegar hasta el final de la calle, para llegar al recientemente restaurado Fuerte de St. Elmo y el Museo Nacional de la Guerra (8€ entrada). Desde esa zona se tienen unas vistas preciosas de las Tres ciudades (una zona antigua que se encuentra al otro lado de la cala. Merece la pena bordear toda la zona de la muralla sur, entre el Malta Expecience (espectáculo audiovisual) y el Bastión de St. Christopher se encuentra, desde mi humilde opinión, el rincón con más encanto de la Valeta: casetas de material de pescadores junto a un mar cristalino, con las Tres ciudades al frente y la campana del Bastión a la derecha (suena a las 12 a.m.)….un punto ideal para hacer un alto en el camino y relajarse del sofocante calor maltés. Tras los disfrutar del Bastión y de los Jardines Battery tomamos una caña en The Pub, bar donde murió el actor británico Oliver Reed en 1999.
Comimos un kebab y volvimos a la zona de Sliema en ferry (1,50 €/p). Por la tarde descansamos, ducha y fuimos a la zona de Paceville en bus. Paceville es la zona fiestera de la isla, llena de bares, discotecas, restaurantes, gente…..yo ya había estado y ahí se encuentra el primer sitio donde comí sushi en mi vida y…quería volver: cenamos en Hugo´s, sushi y dos botellas de vino blanco por 63€. Después aprovechamos para tomar unas cervezas y disfrutar de la fiesta nocturna maltesa!!!
Al día siguiente comenzamos la ruta por el resto del país, pincha en el recuadro para verlo todo: 
Día 8: La Valeta – Madrid
El último día en Malta lo aprovechamos para dar un último paseo por la ciudad de la Valeta, paseamos por la calle principal (Calle de la República), tomamos algo en el Café Cordina, subimos por el Ascensor de Upper Barrakka…volvimos a Sliema, recogimos las mochilas y cogimos el bus X2 que va hasta el aeropuerto, tardó casi una hora en un recorrido de poco más de 15 minutos….
Una pena volver a la rutina.
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