Seguimos nuestra aventura rumana rumbo a una mítica región de Rumanía como es Transilvania, pero si quieres ver como organizar un viaje a Rumanía y descubrir nuestros consejos prácticospincha en el banner:
DIA 2
Jueves 13 de abril de 2017
Aeropuerto Bucarest- Sinaia- Brasov
A las 10:00h teníamos la recogida del coche en la zona de llegadas (meet&arrivals) con lo que nos levantamos con el tiempo justo para ir.
Habíamos solicitado el servicio de traslado al aeropuerto la noche anterior y cual fue nuestra sorpresa que nos vuelven a meter a los 5 en el coche así que si, por lo visto esto está permitido en Rumanía, esto y mucho mas… moooola!!!!
En la zona de llegadas estaba esperándonos con un cartel con mi nombre el chico de la agencia Surprice, muy majo por cierto. Nos llevó a un cajero a cambiar dinero a buen precio dentro del aeropuerto a 4,40 RON. Solo te deja ir cambiando de 50 en 50€ e iba un poco lenta. David y yo fuimos a por nuestro coche, un Renault Fluence impecable y nuevísimo.
Después de hacer todo volvimos a buscar a estas que aún estaban cambiando billetes. Teníamos tantos que no nos cabían en las 2 carteras de bote que había llevado así que decidimos no cambiar mas (e hicimos bien porque aún vimos el cambio mucho mejor, casi a facial). Lo del fajo de billetes no es que seamos ricas es que con 50€ allí eres el King 😛
Necesitábamos desayunar algo con lo que una vez salimos de la ciudad paramos en un bar de carretera.
Aquí empezamos a ser conscientes de los precios de las cosas en Rumanía. Por 3€ (14,50 RON) compramos de todo, cafés, bollería etc para los 5 ( y nos sobraron cosas). A modo orientativo deciros que el café estaba a 0,44€.
La primera parada sería el castillo de Peles en Sinaia, uno de los castillos mas bonitos de Rumanía y el primero del mundo que tubo electricidad y ascensor.
Se contruyó a finales del siglo XIX y principios del XX como residencia de la familia real aunque actualmente es un museo. Se puede visitar sólo la planta baja o todo el castillo pero nosotros como íbamos un poco pillados de tiempo decidimos visitar solo la planta baja a un módico precio de 30 leu por persona.
La verdad es que el castillo es bonito por dentro pero me quedo con su exterior y con su entorno.
Después de la visita en la que estuvimos entre unas cosas y otras casi 2 horas fuimos a buscar un lugar para comer en Sinaia. El lugar elegido fue el restaurante Snow, recomendado por Lonely Planet. Es un lugar con una decoración “tirolesa” bastante curiosa y si a eso añadimos todos los temazos de Julito Iglesias de fondo… se convierte en toda una experiencia jajaja.
La comida estaba bien y era barata con lo que gastamos 216 RON con entrante, plato principal, cervezas, agua, café y postre, mas o menos a casi 10 € por persona. Por la mitad de dinero sin pedir tanto ( que nos sobró) te vale.
La siguiente parada sería el monasterio de Sinaia, el cual se encuentra muy cerquita del castillo.
El monasterio que se construyó a finales del siglo XVII y posteriormente se fueron anexionando otros edificios como la Gran Iglesia construida a mediados del siglo XIX.
Es un lugar precioso sobretodo la iglesia vieja la cual se encuentra en el centro del bonito claustro (actualmente es un monasterio que sigo en activo). No os la perdáis y no os vayáis sin entrar dentro de ella.
El hombre la puerta nos cobró 10 RON en total para los 5 aunque el precio normal son 5 RON por persona. Le debimos de caer en gracia 🙂
(No os asustéis si al aparcar viene un señor con una riñonera a cobraros, ya que existe su “zona azul” solo que en ved de una máquina es un hombre al cual le dices el tiempo que vas a estar y te cobra en consecuencia. Es muy barato, unos 3-4 RON la hora, con lo que mejor págalo para evitar sustos).
Una hora mas tarde llegábamos a Brasov y mira que suerte que conseguimos aparcar en zona libre de pago justo en frente de nuestro alojamiento. Aquí teníamos instrucciones para coger la llave de los apartamentos las cuales estaban dentro de unos buzones cerrados con una candado con contraseña.
Cuando atravesamos la primera puerta, o mas bien portón de madera, flipamos un poco con el aspecto del callejón aunque yo sabía lo que había reservado por un momento dudé y mis amigos ya ni te cuento pero… chavales!!! está todo controlado!!! Metimos la contraseña, se abrió el buzón y aparecieron nuestras dos llaves.
Entramos en los apartamentos y…. tachaaaaan!!! Unos apartamentos impresionantes con todo lujo de detalles: habitación gigante, saloncito, cocina grande, baño… todo súper nuevo!!! Y sólo por 10€ cada uno la noche… vaya lujo, encima en el centro de Brasov.
Salimos a conocer la ciudad, la cual se ve muy bien ya que el casco antiguo no es muy grande.Las callejuelas tienen mucho encanto y lo mejor es perderse.
No os perdáis la Iglesia Negra, la plaza Sfatului o la catedral Ortodoxa aunque paseando lo verás todo.
Nosotros subimos a la ciudadela (no veas las escaleras que tuvimos que subir). Decía la guía que había unas cervercerías con buen ambiente y además podríamos ver unas bonitas vistas de la ciudad y del cartel hollywoodiense con el nombre de la ciudad de fondo.
La ciudadela estaba cerrada así que nos tuvimos que conformar con las vistas.
Casi al anochecer paramos en una terracita en el casco histórico y ya que éramos ricos por unos días nos tomamos unos cócteles buenos (85 RON para 5 personas: mojito, cosmopólitan, San Francisco…)
Para cenar seguimos la recomendación de una amiga de Moli y fuimos a La Ceaun.
Es un lugar muy bonito con una carta no muy amplia pero rica. Cenamos los 5 por 156 RON.
DIA 3
Viernes 14 de abril de 2017
Castillo de Bran, Rasnov- Bucarest
Nos levantamos temprano, otro día intenso nos esperaba ya que queríamos visitar el castillo de Bran y la fortaleza de Rasnov antes de volver a Bucarest (el coche lo teníamos que dejar a las 15:30h en el aeropuerto).
Desayunamos en la plaza Sfatului en una cafetería por 85 RON, cambiamos dinero a 4,48 RON (el mejor cambio que hicimos) y rumbo a Bran.
Nada mas llegar aparcamos, pagamos al señor parkímetro y fuimos directos al castillo (35 RON por persona).
El castillo de Bran es famoso porque Bram Stoker se inspiró en el para escribir la novela de El Conde Drácula. Aunque el personaje en el que se basó la novela, Vlad el empalador, nunca vivió allí (se cree que sólo estuvo allí preso dos días) se ha creado todo un merchandishing en torno a su leyenda que a nosotras sinceramente nos moló!!!
El castillo de época medieval es precioso, sobretodo por dentro, totalmente diferente a cualquier otro castillo que yo haya visitado hasta la fecha.
Por supuesto como no, Moli fabricó unos colmillos con kleenex y estuvimos haciendo un poco el tonto imitando a unos vampiros (desde aquí aprovecho a saludar a todos los turistas que se lo pasaron pipa sacándonos fotos).
Nos quedamos con ganas de haber visto un poco mejor el pueblo pero la prisa apremiaba (querer hacer muchas cosas en poco tiempo es lo que tiene) y nos fuimos hacia Rasnov para ver su preciosa ciudadela. Puedes subir desde el pueblo en teleférico o bien en coche y desde allí andando o en un trenecito tirado por un tractor.
Cómo no decidimos esta última opción la cual cuesta 5 RON por persona y además de hacer la gracia pues nos ahorraba algo de tiempo. Entrar a la ciudadela cuesta 12 RON pero nosotros nos conformamos con dar una vuelta por los alrededores ya que íbamos con el tiempo justo.
Nos comimos un sawarma grasiento y riquísimo en un puesto callejero antes de coger el coche. Nos costó uno para cada uno con bebida 83 RON ( sale mejor comer en restaurantes que en lugares de comida rápida).
Lo ideal hubiera sido gastar el día entre Bran, Rasnov y alrededores pero nosotros teníamos que volver a Bucarest.
Quieres seguir nuestra ruta??? Seguimos con Bucarest: