Lactancia y viajar

LACTANCIA Y VIAJAR
Tenemos la suerte de tener una amiga viajera y pediatra, la Dra. María Martínez nos explica paso a paso los consejos que da en su consulta a las madres que están lactando y la preguntan sobre qué hacer en los viajes:
Viajar con niños siempre es todo un reto, y si hablamos de bebés el reto aumenta! Si ya salir de casa en condiciones normales puede ser una odisea: no te olvides pañales, toallitas, algo por si hace frío (o calor), comida y agua para el niño, algún juguete… cuando estás saliendo por la puerta: ¡cagada desbordante!… y toca cambiarle de arriba a abajo (alguna que otra madre se sentirá identificada con estas palabras). De todas maneras, como todo en esta vida, viajar con bebes no es tan difícil si se planifica un poco, y si nos gusta disfrutar de otros países, culturas, comidas, o incluso simplemente relajarnos unos días por la montaña, no tenemos que frenarnos por tener un niño.
Tendremos que adaptarnos a un nuevo ritmo de viaje, más pausado, manteniendo sus horarios, permitiendo los descansos de los niños, y sabiendo que quizá no cumplimos el “planning previsto”, pero bueno, las vacaciones son para disfrutarlas, así que todo sin estrés!
La gran ventaja cuando tenemos un bebé es la lactancia materna. Así tenemos su comida “a mano”, limpia, y calentita siempre que lo quiera.
Si es un bebé de menos de 6 meses, no nos tenemos que preocupar de ofrecerle nada más que el pecho, a demanda. Eso siempre va con nosotras (aquí lo único que necesitamos es estar nosotras!). En caso de dar biberón en lugar de pecho, no olvidar hacerlo siempre con agua embotellada.
Si nuestro bebé ya es más mayorcito, tendremos que adaptar los alimentos del país a la alimentación de nuestro peque. Lo ideal es prepararlo con tiempo, para darle aquí, en nuestra casa, alimentos que pensamos que le ofreceremos durante el viaje. Así nos aseguramos de que no presenta alergias y a ser posible que le guste. La ventaja de continuar con la lactancia materna a partir de los 6 meses y ser mamá viajera es clara: la leche nos sirve tanto de alimento, como para hidratar. ¿Qué no le gusta la comida que le hemos preparado?… pues teta! ¿Qué parece que tiene calor y está inquieto?… quizá tiene sed: teta! ¿Qué está malito y no quiere otra cosa? … teta!
En caso de que esté unos días malito (el gran miedo que tenemos todas), habitualmente no rechazan el pecho, así que podemos hidratarle hasta que pase el proceso agudo.
Algunas normas básicas que explico siempre a los papás que van a viajar con niños son:
– Ofrecer siempre agua embotellada (la lactancia materna también nos sirve para hidratar en caso de que no dispongamos de agua en algún momento). Y ofrecer de manera frecuente, sobre todo en climas cálidos. Al hablar del agua, hablo también de los hielos (pensad que están hechos con agua del grifo en su mayoría, así que evitad tomar hielo)
– No comer alimentos crudos. Otra de las normas básicas para evitar la diarrea del viajero. Todo lo cocinado está “sin bacterias”. Así que durante las vacaciones: “castigado sin ensalada”. Si comemos fruta, que sea de cáscara gruesa o fruta que hayamos pelado nosotros mismos. No preparéis la fruta con piel, porque la lavan con agua del grifo.
– No tomar alimentos lácticos que no estén pasteurizados (vamos, que sólo del súper de tetrabrik! Nada de leche directa de la vaca! Y ojo también con los quesos… ante la duda, mejor que no los prueben)
– Protegerles del sol (gorra, protección, camiseta…) y de los mosquitos (mosquitera, antimosquitos si ya es más grande…)
– Aseguraros de que el niño tenga las vacunas del calendario vacunal actualizadas, y preguntar a vuestro pediatra si precisa alguna más para el país que vais a visitar. En algunas ciudades se dispone de unidad de salud internacional, donde se puede hacer una visita previa al viaje para conseguir toda esta información.
Todas estas normas se podrían aplicar a niños de cualquier edad, y también a los adultos. En cualquier caso, siempre nos preocupa más que un niño coja una diarrea porque tienen más riesgo de deshidratarse (cuanto más pequeño es el niño, más riesgo presenta). Por eso, es muy importante contratar un seguro de viaje si salimos de España, y pedir que no lo tengamos que utilizar!
En cualquier caso, si empezase con diarrea durante el viaje:
– Ofrécele líquidos: preferentemente suero oral (lo ideal es viajar preparado con los sobres) o lactancia materna. Como veis, la lactancia materna sirve para todo!
– Si no quiere comer, no forzar. Si le apetece, probar con alimentos suaves, fáciles de digerir. La leche es un buen alimento para estos casos. Si lleva menos de 7 días con diarrea, no hace falta que sea leche sin lactosa.
– Controla el número y características de vómitos y deposiciones.
– Si presenta fiebre, o sangre en las cacas, habría que consultar con un médico.
– Si va haciendo pipí, está contento a ratitos, y tolera líquidos, lo más habitual es que el proceso mejore después de 3-4 días, así que: líquidos, líquidos y más líquidos.
Tendremos que tener cuidado en algunas culturas en las que no estén acostumbrados a ver a mamás lactando por la calle. En ese caso, siempre es mejor intentar dar el pecho en un lugar íntimo y recogido, para evitar conflictos, o en caso de que no se pueda en ese momento, una gasita a modo de “cortinilla” que nos tape el pecho mientras el bebé está comiendo puede ser una buena solución. En cualquier caso, no olvidemos que en todas las culturas existe la lactancia materna, aunque sea de “ puertas para dentro”.
Un consejo para el vuelo:
– En el despegue y el aterrizaje poner al bebè a succionar ( ya sea teta o chupete), así se taponarán menos los oídos.
– Llevar ropa o manta para taparlo, durante el vuelo suele hacer frío.
– Llevar algun juguete que le guste o esté acostumbredo para tenerle entretenido .

Si teneís algún problema o duda no tardéis en poneros en contacto con nosotros e intentaremos solucionar todas vuestras preguntas.
Otros post muy prácticos con nuestros consejos : BOTIQUIN DEL VIAJERO!!