Volar a México y tener que hacer escala en ciudad de Mexico era sinónimo de quedarnos unos días, y es que había varios puntos que nos atraían enormemente. El primero conocer la grandiosa Teotihuacán, no podía desaprovechar esa oportunidad tan buena y después eliminar tabúes sobre una de las ciudades mas grandes y “peligrosas” del mundo.
Como siempre, al ir con niños pequeños el ritmo de visitas es algo mas lento pero aún así aprovechamos bien el tiempo y pudimos visitar lo más importante de la ciudad.
DIA 1 Llegada a Ciudad de México muy pronto por la mañana. Fuimos al Hotel a dejar las cosas y ducharnos. Estábamos agotados pero había que hacer el esfuerzo de estar activos. Desayunamos en el hotel (aunque nos tocaría comer por horario Español) y bajamos a la zona del Zócalo donde estuvimos dando una vuelta por todo el centro visitando la catedral Metropolitana. Queríamos ver el templo mayor pero estaba cerrado por obras. Por la tarde visitamos el museo Nacional de Antropología.
DIA 2 Por la mañana nos fuimos a Xochimilco para alquilar una trajinera y dar un paseo por los canales. Después de esto nos desplazamos hasta el barrio de Coyoacán donde comimos y pasamos la tarde. Intentamos visitar la casa museo de Frida pero ya no había entradas para ese día.
DIA 3 Excursión a Teotihuacán donde celebramos el cumpleaños de Felix en un lugar super chulo.
DIA 1
Aterrizábamos en Ciudad de México con bastante jet lag y había que activarse. Para nuestra mente desayunar ahora no tocaba pero una regla básica es adaptarse lo antes posible a la vida local así que si es hora de desayunar se desayuna.
Después de un desayuno en el hotel y una ducha nos dirigimos al centro de Ciudad de México.
En este caso nos moveríamos con vehículo particular ya que Sandra tiene amigas que viven allí así que todos los traslados por la ciudad lo haríamos de este modo. De no haber sido así probablemente la opción hubiera sido UBER que según tengo entendido funciona genial allí.
Lo primero que hicimos fue aparcar los coches en algún parking del centro de la ciudad, cerca del Zócalo.
El Zócalo es el nombre que comúnmente se le da a la plaza principal de la ciudad y en ella podemos visitar la catedral metropolitana, El palacio Nacional, el museo del templo mayor y algún edificio gubernamental mas. En esa calle desembocan calles comerciales e incluso muy cerca de allí y del templo mayor está el mercado negro donde puedes encontrar de todo y que nuestras amigas mexicanas nos recomendaron no acercarnos dada su peligrosidad.
Esta plaza está considerada la segunda mas grande del mundo (por detrás de la plaza de Tiananmén en Beijing, la cual hemos tenido la suerte de visitar también).
La entrada a la Catedral Metropolitana es gratuita, lo único que igual puede haber colas pero totalmente asumibles. Merece mucho la pena entrar ya que confluyen varios estilos arquitectónicos ya que esta obra duró dos siglos y medio. Además está asentada en el centro neurálgico del antiguo Tenochtitlán, la capital del imperio Mexica. Restos de esto pueden verse en el museo del Templo Mayor aledaño en su cara sur. Nosotros no pudimos visitarlo ya que en su momento estaba en obras.
Todo este conjunto de edificios alrededor de la plaza está considerado Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1987.
Después de dar un paseo por la zona nos llevaron a tomar algo y a probar el primero de los muchos guacamoles al Gran Hotel Ciudad de México, un edificio precioso situado en una de las esquinas de la plaza. Tiene una terraza con unas vistas de la plaza y de la catedral fabulosas.
El picoteo se nos fue un poco de las manos y aprovechamos que estábamos saciados para acercarnos al museo Nacional de Antropología donde podrás aprender un montón de cosas sobre los Mexicas, Aztecas, Mayas, Olmecas y Toltecas. Dedica tiempo y vete sin jet lag, ya que lo disfrutarás mejor que nosotros aunque nos encantó al ir con los niños y cansados le dedicamos unas dos horas, que no está mal pero se merece mucho mas tiempo.
Impresionante la reproducción del templo de la serpiente emplumada de Teotihuacán o la piedra del Sol de los Mexicas entre otras cosas. Un museo genial y super bien organizado.
A las afueras del museo había un espectáculo donde actores vestidos de mexicas bailaban y tocaban tambores que encantaron a los niños.
Este día cenamos al lado del hotel en un sitio ideal donde aunque la comida era muy normaliza tenía un servicio de nanny gratuito.
Aquí entra en juego el tema de las propinas en Mexico. Es habitual dar un porcentaje del precio final en propinas y no estoy en desacuerdo siempre que el servicio sea destacable. En algunos casos el servicio que nos encontramos no era bueno con lo que no dejábamos propina, cosa que no gustaba mucho pero considero que la propina ha de ir asociado a un buen trato y si no lo hay o es deficiente yo no lo doy por mucha costumbre que sea aunque aquí es opcional. En muchos casos directamente nos traían en el datáfono con la cantidad que ellos consideraban, hecho que me parece de muy mal gusto.
DIA 2
Era domingo y ¿qué toca los domingos en Ciudad de México? montar en una trajinera en Xochimilco.
Xochimilco es lo que queda de los antiguos canales de los mexicas. La antigua Tenochtitlán no estaba asentada sobre un terreno firme sino que era terreno lacustre y estaba formada por islas. Cuando los españoles llegaron quisieron cambiar el terreno con sistemas hidráulicos para construir la nueva ciudad.
En Xochimilco se puede apreciar cómo eran antiguamente esos canales y además aun se conserva la razón por la cual este lugar es Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1987, las chinampas.
Este método de cultivo presente desde la época mesoamericana permite utilizar los recursos lacustres para cultivar hortalizas conservando su biodiversidad.
Lo ideal para visitar esta zona es hacerlo alquilando una trajinera, que es una barca decorada con motivos florales de colores con una mesa corrida y unos bancos donde amigos, o familiares suelen pasar unas horas comiendo o celebrando cumpleaños etc. Hay numerosos embarcaderos desde donde salen y alrededor numerosas tiendas o bares donde comprar comida y bebida. Nosotros pagamos 500 pesos por 1h aunque lo normal es estar más tiempo.
También suele haber barcas con mariachis que pueden amenizarte parte del paseo.
Nos fuimos a comer al barrio de Coyoacán, el barrio de los artistas de Ciudad de México, famoso porque en el vivía Frida Calho y donde se ubica la Casa Azul. Este barrio es llamado así porque en el pasado era lugar de Coyotes.
Fuimos a comer a un lugar muy muy recomendable llamado Corazón de Maguey, donde probamos el guacamole con chapulines o los molotes.
Este barrio es realmente recomendable, con un parque central donde hay muchos músicos y espectáculos. Alrededor de la plaza hay un montón de puestos de comida y mercados de artesanías realmente bonitos.
Quisimos visitar la casa Azul, el hogar familiar de Frida Kahlo pero ya no había entradas en taquilla con lo que recomiendo comprarlas con antelación.
DIA 3
La verdadera razón por la que quise parar unos días en Ciudad de México era Teotihuacán. Cuando estudié en la Universidad Historia Prehispánica no pensé que fuera a conocer esta antigua ciudad, una de las mas importantes de Mesoamérica así que mi emoción era muy grande.
Teotihuacán está en coche a casi una hora de Ciudad de México, y el recorrido es muy interesante ya que desde la carretera se ven las fabelas ancladas en las colinas de las afueras de la ciudad. Es impactante ver cómo no parecen tener un final. Nos contaron qué ni los propios mexicanos se atreven a adentrarse ya que existe un problema muy importante con el tráfico de drogas y las mafias.
Para visitar Teotihuacán decidimos coger una excursión con una guía para comprender mejor lo que íbamos a visitar, y a la par era un plus de comodidad al viajar con los niños. También puedes coger un autobús para llegar allí, mucho mas económico que el tour.
Nosotros pagamos 5200 pesos por el grupo que incluía la recogida en furgoneta en el hotel, la guía turística, las entradas y finalmente nos acercaban a un restaurante bastante chulo para comer.
La agencia con quién cogimos el tour se llamaba Tekpan Tours y aunque no estuvo mal si es verdad que no nos supo transmitir la grandiosidad de un lugar como Teotihuacán.
Los orígenes de Teotihuacán no son claros, aún no se sabe quienes fueron los que construyeron la ciudad y aún menos se conoce el motivo del súbito abandono de una de las ciudades mas desarrolladas de Mesoamérica. En su período clásico se estima que vivieron entre 100000 y 200000 personas aunque solo un 5% de la ciudad está excavado, los arqueólogos hablan de 21km2 de extensión.
Impresionante ¿verdad? La calzada de los muertos actualmente tiene una longitud de 2,5 km desde el templo de Quetzalcóatl hasta la pirámide de la Luna, la estructura más importante de la ciudad. Los arqueólogos creen que esa calzada realmente tiene 4km de longitud pero aún no se ha excavado mas.
La calzada de los muertos fue llamada así posteriormente por los aztecas ya que pensaban que los montículos que la rodeaban eran tumbas, aunque realmente eran templos y edificios del gobierno.
El nombre de Teotihuacán se lo dieron los aztecas y significa “la ciudad donde los hombres se convierten en dioses” y es que estos quedaron impresionados por el lugar y creían que allí vivieron gigantes ya que no podían comprender como una ciudad así podría haberla construido el hombre.
Al estructura más grande la ciudad es la pirámide del Sol que se sitúa en el medio de la calzada de los muertos, entre la pirámide de la Luna y la ciudad. Tanto esta como la pirámide de la Luna y el resto de edificios mas importantes se construyeron alrededor del siglo II y III de nuestra era, mucho antes del periodo clásico Maya. Actualmente es la tercera pirámide prehispánica más grande del mundo pero se estima que pudo ser más alta en su origen.
Hasta hace poco se podía subir hasta su cúspide pero desde el COVID se cerró este acceso y comentaban que quizá aprovecharían la ocasión para cerrarlo definitivamente.
Al final de la calzada de los muertos está la Pirámide de la Luna, con una orientación sur, diferente al resto de templos, imita en su silueta al Cerro Gordo ubicado a sus espaldas. En este lugar se realizaban ofrendas a la diosa del agua la cual también estaba relacionada con la luna.
El abandono de la ciudad de produjo en el siglo VII cuando Hernán Cortés llegó en 1520 esta ya era una leyenda.
Después de una visita de lo mas recomendable (llevad agua, crema de sol y sombreros) nos fuimos a comer a un restaurante de carne a la brasa muy bueno con unas vistas geniales de las pirámides (restaurante Mayahuel). Allí celebramos el cumpleaños de Felix (vaya suerte pasar tu cumpleaños en un lugar así) y además que te canten el cumpleaños feliz unos mariachis no tiene precio.
Volvimos al hotel, preparamos el equipaje para continuar la ruta y coger el vuelo a Cancún al día siguiente. Desde Cancún empezaríamos nuestro road trip por la península de Yucatán donde pasaríamos dos semanas y media geniales.
Esta última cena fuimos a un sitio muy especial, el acabamos el día cenando en otro restaurante muy muy chulo (Carmela y Sal).
Han sido 3 días muy intensos en una de las ciudades más grandes del mundo, donde se pueden ver muchísimas cosas mas aunque nosotros no podemos quejarnos del ritmo que hemos llevado con nuestros pequeños exploradores de año y medio y dos años y medio.